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Freddie Mercury estuvo a punto de llamar ‘Mongolian Rhapsody’ a su famosa canción
- El lote de objetos personales de Mercury que saldrá a subasta en Londres saca a la luz pequeños secretos del artista
- Destacan sus manuscritos con las primeras composiciones de "We are the Champions", "Somebody to love", "Don´t stop me now" o "Bohemian Rhapsody"
Más de mil objetos que pertenecieron a Freddie Mercury salen a subasta en septiembre, entre ellos la icónica corona que lució en del mítico concierto de Wembley de 1986. También manuscritos de su puño y letra, y hasta el pequeño peine que Mercury utilizaba para peinar sus bigotes.
Los artículos que se pondrán a la venta se exhibirán antes en Nueva York, Los Ángeles y Hong Kong durante una gira en junio. La colección descubre secretos como que Mercury estuvo a punto de llamar "Mongolian Rhapsody" a su canción más famosa, pero tachó la primera palabra para optar por "Bohemian Rhapsody" con la que pasó a la historia de la música.
Mercury componía entre viaje y viaje. Llama la atención que todos estos manuscritos son hojas con el membrete de Britisth Midlands, una aerolínea hoy desaparecida, y están escritas de forma desordenada, a veces por encima de letras o de calendarios impresos en las hojas.
"Era el tipo de persona que agarraba lo primero que tenía a mano cuando le llegaba una idea", ha declarado Cassandra Hatton, vicepresidente de la casa de subasta Sotheby´s, pero advierte sobre el supuesto "desorden" que esas hojas pueden traducir una idea engañosa.
Estos descubrimientos son posibles gracias a que la colección de Mercury fue conservada desde su muerte en 1991 y cuidadosamente catalogada por su gran amiga Mary Austin, de quien Mercury decía que fue su única amiga. "Para mi, era un matrimonio", llegó a decir el cantante.
Las páginas en las que escribió "Bohemian Rhapsody", 15 páginas, muestran que Mercury escribió -y a veces tachó y corrigió minuciosamente- las diferentes partes vocales y musicales de una pieza de casi seis minutos.
Además, se aprecia que al escribir "We are the champions", ya vaticinaba que la pieza podría adquirir carácter de himno y pensó en cómo el público repetiría ritmos y palabras de la canción, mientras que en "Somebody to Love" las notas aparecen escritas con distintos colores para marcar con claridad las distintas armonías.