Expira el plazo dado por el juez para que las partes que se pronuncien sobre la suspensión del fiscal general
- El Supremo ha confirmado el procesamiento de Álvaro García Ortiz por un presunto delito de revelación de secretos, tras las filtraciones sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso
Expira el plazo que dio el juez Hurtado a todas las partes para que presenten alegaciones en el caso del fiscal general del Estado. Sobre la mesa está la posible suspensión de Álvaro García Ortiz como fiscal general, aunque todo apunta a que, de producirse, no será de manera inmediata.
Por primera vez en democracia, un fiscal general del Estado puede ir a juicio mientras sigue en el cargo. El Supremo ha confirmado el procesamiento de Álvaro García Ortiz por un presunto delito de revelación de secretos, tras las filtraciones sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
El juez cree que pidió a la fiscal Pilar Rodríguez correos confidenciales del novio de Ayuso, correos que acabaron en Moncloa, en el PSOE y en varios medios, con una finalidad, dice el auto, claramente política.
El PP cree que la entrevista de Cerdán desde prisión "deja entrever" una posible financiación irregular del PSOE
Cuando se abrió la causa, García Ortiz borró todos los mensajes institucionales. Hasta dos veces. El auto lo dice: "obstaculizó la investigación". Y añade que los implicados sabían que manejaban datos confidenciales y eran conscientes del perjuicio de su publicación.
García Ortiz ha intentado evitar el juicio, pero el Supremo ha rechazado su último recurso y da por válidos los indicios para sentarlo en el banquillo. Aún así, el Gobierno, de momento, le mantiene en el cargo y le respalda.
Ahora, las partes personadas en la causa quieren evitar una imagen sin precedentes: que el año judicial arranque en septiembre con el fiscal general procesado, sin fecha de juicio y aún en primera fila, junto al Rey.
El Supremo consulta sobre la suspensión de García Ortiz ante la apertura del juicio
Agosto es inhábil, pero en septiembre arranca la fase clave. El juez revisará las acusaciones y podría dictar el auto de apertura de juicio oral. Si se dicta —y todo apunta a que sí— se pondrá en marcha la vista ante el Supremo.
Las acusaciones piden más de cuatro años de cárcel. Y si no hay dimisión, García Ortiz será el primero en sentarse en el banquillo con la toga puesta.
