Hubo graves oscilaciones de la red eléctrica media hora antes del apagón. Las cajas negras del sistema revelan que Red Eléctrica conoció las variaciones de tensión desde primera hora, pero fue a las 12 cuando se convirtieron en anomalías críticas, ante las que no hubo una respuesta que evitara las consecuencias del corte a las 12 horas, 33 minutos y 16 segundos.
No se llegó al apagón por sorpresa. Antonio Turiel, un experto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha confirmado estos datos. Las cajas negras demuestran que venían detectando inestabilidad en la red desde las 10 de la mañana....
Red Eléctrica, el operador del sistema, ese día informó que el detonante fueron dos incidentes 3 minutos antes del colapso.
Turiel sostiene que "desde las 12 de la mañana había perturbaciones muy fuertes.. Se tenía que haber actuado y no se actuó".
Lo confirman las cajas negras. Media hora antes de padecer el "cero energético" e irnos a negro el sistema sufría fuertes anomalías. "Si hubieran dejado trabajar a los técnicos nunca hubiera pasado", asegura Turiel que sostiene que los problemas los conocían al menos desde hacía una semana.
El marte 22 de abril, Repsol envía esta carta al gobierno advirtiendo que un problema en el suministro eléctrico les obliga a cerrar su planta de Cartagena y ese día también Oscar Puente explica en las red X que un subida de tensión en la red provoca problemas en el tren.
A las 12:33, hora del apagón, la electricidad que consumíamos procedía en un 73,9% de energías renovables... y apenas de nuclear o ciclos combinados, mucho más estables. Les fue imposible levantar el sistema.
"No debería haber pasado", asegura Turiel que señala a la inestabilidad de la red como consecuencia , no de las energías renovables sino de "cómo se ha integrado la renovable".
La clave del sistema es el equilibrio: la energía se genera al mismo nivel que se consume. En el caso de la nuclear o los ciclos combinados, por ejemplo, se puede ajustar la frecuencia de generación, mientras que la fotovoltaica y la eólica no ofrecen esa capacidad de maniobra, por lo que se consideran tecnologías «asíncronas».
La solución pasa por invertir en la red eléctrica.