(Actualizado

Ya nadie duda de que los drones han llegado para quedarse. Ya vemos desde los drones submarinos, los que flotan, drones con formas de pájaro o incluso drones que facilitan las actividades agrícolas. Ahora, esta tecnología está funcionando para cubrir los riesgos laborales, creados para meterse donde nadie lo haría.

Gracias a su pequeño tamaño, puede introducirse en espacios inaccesibles para los trabajadores y comprobar que las infraestructuras estén en perfecto estado. Porque más allá del vídeo o la fotografía, lo que se trata es de construir un modelo tridimensional capaz de detectar cualquier fisura o anomalía en cualquier tipo de equipo.

Así, según los técnicos, cada vez son más las empresas de seguridad que invierten en esta tecnología que permiten el acceso a redes fotovoltaicas, eléctricas, interiores de fábricas, vigilancia y seguridad

La CE adopta nuevas normas de seguridad para drones

La Comisión Europea (CE) adoptó el pasado viernes nuevas normas de seguridad para drones que se aplicarán tanto a los pilotos profesionales como a los aficionados y obligarán a que todos los aparatos de vuelo no tripulados dispongan de un número de registro a partir de 2020.

Ese registro se aplica, en principio, a todos los aparatos independientemente de su peso, si bien para los más pequeños bastará con un registro electrónico y un "conjunto mínimo de requisitos" mientras que la reglamentación será más estricta para los dispositivos con una masa superior a 25 kilos.

Los drones de gran tamaño no podrán volar "sin autorización previa bajo ciertas condiciones", de forma que no podrán ascender más de 120 metros y el operador no podrá perder contacto visual ni volarlo cerca de personas.

Los Estados miembros podrán definir a partir de sistemas de geolocalización satelital zonas no autorizadas para el vuelo como aeropuertos o centros urbanos, y los drones no podrán penetrar en ellas.

En paralelo, el Ejecutivo comunitario está desarrollando un marco institucional, regulatorio y arquitectónico de llamado "U-Space", es decir, un conjunto de servicios descentralizados con el objetivo de integrar los drones en el espacio aéreo de forma que puedan cohabitar con las aeronaves tripuladas.