Agricultores andaluces y catalanes apuntan a las confederaciones hidrográficas, dependientes del Gobierno central, como responsables de la mala gestión del agua.
La cuenca baja del Ebro entrará esta semana en situación de emergencia. En el campo catalán se habla de mala previsión y alertan de la pérdida de la actual cosecha incluso de los árboles.
Anuncian movilizaciones que arrancan este martes en varias localidades catalanas y, posteriormente, el día 16 frente a la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro en Zaragoza.
