Si el afilador que va por las calles anunciando su llegada con un característico sonido de armónica ya no pasa por tu casa, tenemos un truco muy muy sencillo para afilar tus cuchillos en unos minutos. Para ello, busca una taza de porcelana, la que usas, por ejemplo, para el café o té del desayuno. Dale la vuelta y usa la base de la misma como afilador.