Doña Julia Bombín: "Mi vida empezó en Los Asturianos y aquí acabará"

Doña Julia Bombín
Doña Julia Bombín |PABLO ALVIRA FUERTES

"Mi vida empezó en Los Asturianos y aquí acabará", dice Doña Julia Bombín a sus 79 años. Desde los 24 apaga y enciende los fogones de esta taberna que hunde sus raíces en el siglo XIX. La matriarca del establecimiento no necesita adornos en su cocina, guisos y platos típicos asturianos coronan su carta. Siempre comprendió que el hábito hace al monje y así aprendió a cocinar.

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"Yo solo sabía hacer lo básico, me lo enseñó todo mi marido. Siempre digo que aprendía sufriendo pero a todo te acostumbras. Mi marido había trabajado en los mejores sitios de Madrid y quería todo bien hecho. Eso no se aprende en un día, es sufrir y luchar hasta que te adaptas", explica la cocinera. Así pues, el valor de la repetición y la insistencia condujo a la excelencia.

El pequeño salón que tienen al fondo del local siempre es un hervidero de clientes. "La hostelería es dura, pero es mi vida. Me encuentro a gusto", asegura Doña Julia. La autenticidad que rezuma Los Asturianos no le hace seguir ningún patrón gracias a la unión de la pureza de sus platos con una amplia gama de vinos para todos los bolsillos elaborada por el hijo de la tabernera, Alberto Fernández Bombín.

Doña Julia Bombín en la cocina de Los Asturianos / PABLO ALVIRA FUERTES
Doña Julia Bombín en la cocina de Los Asturianos |PABLO ALVIRA FUERTES

La clientela del bar tiene su punto familiar. "Lo que más me gusta es que las personas se vayan contentas. Las muestras de cariño son muchas, a mi me quiere la gente", señala Doña Julia. Cuando ven que Doña Julia sigue al pie del cañón le hacen saber su alegría. "Hay veces que me abruman, pero es que yo no presumo de nada", añade. En sus ojos se ve la mirada de alguien noble que ha empezado "desde abajo" para mantener abierto uno de los mejores bares donde comer comida asturiana.

En 2012, The New York Times dedicó un artículo al ya aclamado local titulado 'El lugar donde los chefs españoles comen auténtica comida española'. Cuando eso sucedió, Doña Julia llevaba al frente unos 50 años y piensa seguir "hasta que el cuerpo lo permita". "No he pensado en jubilarme. No creo que dure mucho más porque ya tengo años, pero es que el bar es mi vida. Soy una persona que como he trabajado siempre, estar en casa y salir a la calle no me llena", reconoce.

Nos vemos en el bar: Bares más allá de Madrid
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Echa la vista atrás y afirma que antes no se valoraba tanto su trabajo, "y eso que tenía más que ahora". Sin lavavajillas, sin agua caliente, con cocina de carbón y fregando de rodillas. "Era duro, pero es que no conocíamos otra cosa entonces nos parecía normal", añade. A la pregunta de si se considera pionera en su gremio responde: "Había muchas mujeres cocineras, pero que hayan durado tanto como yo creo que pocas".

Esa constancia en el tiempo se la debe a unos guisos magníficos que espera seguir haciendo durante muchos años, los mismos a los que ha dedicado trabajo y constancia para que las cosas le saliesen bien. Aunque de pequeña nunca se imaginó estar aquí, "iba a ser profesora de corte y confección", la mano con la que regenta Los Asturianos ha llevado al éxito a esta taberna del barrio Chamberí.