Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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Estrasburgo fue autoproclamada 'Capital de la Navidad' en 1992 y por eso visitar sus calles en esta época del año es empaparte de magia, de ilusión y de ambientazo navideño.

Pero si hay un lugar de la ciudad que nadie quiere perderse es la Place Kléber, donde se alza el árbol natural decorado más alto de Europa.

Tiene 30 metros de alto y está adornado con 7 kilómetros de luces, además de 180 ángeles, 240 querubines y 400 adornos dorados y rojos, el color predominante.

Y a los pies de este gigantesco abeto se encuentra el típico mercadillo navideño de Estrasbrugo, el más famoso de toda Francia, donde hay diferentes puestos de adornos típicos, chocolate caliente, dulces...

Uno de los puestos que más nos ha llamado la atención es en el que venden vino caliente, algo muy típico desde la Edad Media.