Ni los tiburones ni las serpientes, el animal que más terror está generando entre la población australiana durante los últimos años son los magpies.
Este pájaro aparentemente inofensivo y muy similar a las urracas es tremendamente territorial y no duda en atacar a quién osa a merodear su espacio.
El gobierno australiano se ha visto en la tesitura de advertir a sus ciudadanos de la peligrosidad de estos animales e incluso muchos ciclistas optan por colocarse bridas en los cascos para que no les piquen en la cabeza.