Múnich, Alemania, acoge cada año desde 1810 el Oktoberfest, una de las fiestas más populares del mundo a la que acuden cada año más de 6 millones de personas.
Y, ¿qué es lo más común en esta fiesta? ¡Beber cerveza!
Al contrario de lo que muchos piensan, al recinto del Oktoberfest que tiene la extensión es como un tercio de nuestro Retiro, pueden acceder los niños, aunque los carritos de bebé están prohibidos los días y horas de mayor afluencia de personas.
Algo muy curioso que hemos descubierto es la existencia de una comisaria dentro del parque en cuyo patio dejan unas horas a los asistentes que han bebido demasiado para que se 'aireen'. En esta comisaria trabajan 300 policías que velan por la seguridad en la fiesta.
Y para pasarlo bien, una noria gigante, puestos donde comprar recuerdos de la fiesta y un montón de carpas, cada una que representa una marca de cerveza y donde no falta la música, la cebada y la comida como pollos asados, salchichas y codillos.
