IRSST: ¿Cómo detectar y reducir el riesgo del gas radón en centros de trabajo?

En nuestro espacio semanal con el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Comunidad de Madrid, hablamos con Rosa Gómez, técnica de prevención en la Unidad Técnica de Control de Exposición a Contaminantes.

El tema de esta semana ha sido el gas radón. Un contaminante invisible, incoloro e inodoro, que se forma de manera natural y se filtra en las edificaciones a través de suelos y grietas. Su presencia es más común de lo que imaginamos.

Rosa advierte que una exposición prolongada al radón puede derivar en cáncer de pulmón y que la única forma de detectarlo es mediante instrumentos específicos de medición.

Eso sí, no todos los centros de trabajo están obligados a realizar estas mediciones. La normativa actual se centra en lugares subterráneos, actividades termales o balnearios y en zonas prioritarias recientemente definidas, muchas de ellas en la zona norte de la Comunidad de Madrid.

Entre las medidas preventivas destacan la ventilación, el sellado de grietas, la instalación de barreras o la rotación del personal expuesto. Más que eliminar el riesgo, se trata de reducirlo al mínimo.

El nivel de referencia fijado es de 300 becquerelios por metro cúbico. A partir de ahí, las empresas deben actuar. Y muy importante: las mediciones deben hacerse a través de laboratorios acreditados, para garantizar su fiabilidad.

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