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(Actualizado

Alfonso XIII tuvo un reinado inusual fruto de la coyuntura social y la familiar. Para empezar, su padre, Alfonso XII, muere de que nazca por lo que no se da una transición apacible. Y su final tampoco es el esperable para un rey: muere exiliado en Roma. Entre medias varios atentados, la Primera Guerra Mundial, la sospecha del espionaje, problemas en África, la pérdida de las colonias... Un rey bisagra entre el pasado y la modernidad que, por un lado dejó su huella (incluso sobrenatural) en el Metro de Madrid, o efectuando la primera llamada de teléfono transoceánica con Washington; y por otro visitó las Hurdes, comarca aislada, llena de leyendas, sumida por aquel entonces en una preocupante miseria. Exploramos, pues, el lado más enigmático del reinado de Alfonso XIII.