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José Ramón lleva tres años conviviendo, literalmente, con un socavón en la puerta de su casa.

“Es peligrosísimo, puede caerse cualquier persona”

Nos cuenta cómo lo ha denunciado al Ayuntamiento en varias ocasiones y cómo incluso ha tenido que improvisar él mismo una señalización para evitar posibles accidentes y males mayores.

"Cada vez se hace más grande"