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Nos adentramos en un restaurante de Barajas donde hay clientes que ni comen ni beben, prácticamente ni se mueven de la silla. Son lo que podríamos llamar clientes de 'relleno' y tienen doble función: fomentar el comercio local y controlar el aforo.

La tiendas de moda de la zona han cedido la ropa para que la porten estos maniquíes y, de esta forma, se exhiben para todos aquellos que estén interesados en la adquisición de una de estas prendas.