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Cada 25 del mes, los ancianos cobran la pensión, por lo que los bancos se llenan de largas colas. Muchos de ellos pueden sacar el dinero, pero otros no lo consiguen. Esto, junto con el cierre de muchos de los bancos, hace sentir a los mayores impotentes, ya que no saben o entienden la mayoría de las cosas que les dicen en los cajeros.

Cientos de vecinos en Fuenlabrada están peleados con sus cajeros automáticos. La fusión de dos entidades ha modificado el software en un barrio con mucha gente mayor. "¿Qué tengo que estar yo, pendiente del banco en vez del banco de mí cuando es mi dinero?".

Marcelo de la Asociación ACUMAFU nos cuenta que al haber cambiado la forma de poder sacar el dinero están todos muy enfadados. "Ya en su momento les constó aprender como ahora volver a empezar a cómo poder sacar dinero o hacer las gestiones a través del cajero", afirma.

"Esto no está hecho para personas mayores"

Muchos de ellos no tienen a nadie que les pueda acompañar en las gestiones, por lo que se indignan considerablemente no poder hacerlo por su propio pie. "No puedes mandar el número de cuenta a cualquiera". Al final, todos tardan más tiempo, lo que al final aumenta la espera de cada persona y se originan largas colas.