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Isabel, una estudiante de periodismo, compartía a través de sus redes sociales su indignación tras encontrarse con un anuncio en el que un hombre ofrecía una habitación en pleno centro de Madrid a cambio de sexo.

La joven le escribió al dueño del piso para preguntarle a qué se refería y esta fue la respuesta que recibió:

Isabel no daba crédito a lo que estaba leyendo y acudió a la comisaría a denunciarlo. Sin embargo, le han dicho que no se trata de un caso denunciable.