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Conocemos a Jesús, uno de los pocos afiladores ambulantes que quedan en Madrid. hace 25 años que pasa las horas entre cuchillos, hachas o tijeras ajenas: pelándolas en su furgoneta-taller.

"Quedamos muy pocos pero sigue siendo importante nuestro trabajo"

El afilador con experiencia para con su furgoneta no solo en mercados sino también en restaurantes para profesionales.

Jesús reivindica un oficio en peligro de extinción, poniendo en valor un trabajo artesanal.

"La figura del afilador es fundamental"