Un ginecólogo de 86 años trae al mundo a su propio bisnieto
Para Juan, este momento corona una vida dedicada a la obstetricia
La emoción, la experiencia y el milagro de la vida se han dado cita de la forma más extraordinaria en un quirófano. Juan Vidal, un ginecólogo de 86 años, ha vivido el parto más especial de su larguísima trayectoria: traer al mundo a su propio bisnieto, Leo.
Para un hombre que ha asistido más de 10.000 alumbramientos desde el 16 de abril de 1964, podría pensarse que ya nada le sorprende. Sin embargo, el nacimiento de Leo ha marcado un antes y un después en su vida.
"Me siento feliz, orgulloso. Era mi ilusión y me ha salido perfecto, ha sido un parto magnífico, de los mejores partos que he asistido en mi vida", confiesa con una voz cargada de emoción.
La madre, Meriam, lo tuvo claro desde el principio. Decidida a que su abuelo fuera quien recibiera a su hijo, viajó desde Londres, donde reside, a Madrid un mes antes de la fecha prevista para el parto. Su confianza en el doctor Vidal era absoluta.
"La verdad es que muy tranquila. Salió todo muy bien y estamos muy agradecidos porque al fin y al cabo hemos estado en las mejores manos y no podemos pedir más", afirma la joven madre.
Para Juan, este momento corona una vida dedicada a la obstetricia. "El primero que traje al mundo, que me acuerdo además hasta la fecha, fue el 16 de abril de 1964. Y el último, que tiene una semana, ocho días, y el más especial de todos, más especial que mis nietos y que mis hijos. Mi bisnieto es lo mejor que me ha pasado en la vida".
La pasión de Juan Vidal por su trabajo es evidente. A sus 86 años, no alberga ningún plan de retirarse y confiesa sentir "una especie de adicción a traer niños al mundo".
Sin embargo, bromea con una condición muy particular para su jubilación. "Como la gente me lo pregunta mucho, que cuándo me jubilo, siempre contesto con cierta tristeza: hasta que el Atleti gane la Champions. Y se me saltan las lágrimas".
Con esta declaración, el doctor Vidal no solo ha compartido su alegría familiar, sino que también ha lanzado un guante a la afición del Atlético de Madrid. El futuro de su carrera podría depender de que el equipo colchonero alcance por fin el mayor título europeo.
Mientras ese día llega, o no, Juan Vidal seguirá haciendo lo que mejor sabe: dar la bienvenida al mundo a nuevas vidas, con la misma ilusión del primer día, pero ahora con el recuerdo imborrable de haber recibido a la más especial de todas.
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