Último adiós a las cucarachas del edificio de los horrores, en Valdemoro
- Desahuciaron a dos vecinos con síndrome de Diógenes, cerrando la vivienda con toda la suciedad en su interior
- El IVIMA ha empezado a limpiar el piso
Foto: Madrid Directo
Después de todo este tiempo sufriendo malos olores, humedades y cucarachas, los vecinos empiezan a ver la luz al final del túnel. El IVIMA ha empezado a limpiar el piso de Valdemoro en el que vivían dos jóvenes con síndrome de Diógenes y que posteriormente se cerró con toda la suciedad en su interior.
Fue hace tres años cuando conocimos la situación con la que tenían que vivir los vecinos de este edifico de la calle Velázquez. Denunciaban que dos de sus vecinos acumulaban basura en su vivienda, lo que suponía un grave problema de insalubridad para todos.
Un equipo de Madrid Directo tuvo la oportunidad de adentrarse en esta casa, en la que vivían Vanesa y su hermano. La joven nos contó que la pareja de su madre sufría Diógenes y que todo lo que encontraba en la calle lo llevaba a casa. El problema permaneció tras el fallecimiento de su madre.
Entramos en la 'casa de los horrores' de Valdemoro
Toda la suciedad acumulada ocasionaba la presencia de insectos y malos olores. De hecho, Vanesa nos reconoció que se encontraba cucarachas y que, en alguna ocasión, se le subían a la cama. Sin embargo, en aquel entonces aseguraba que llevaban meses limpiando la vivienda.
Después de todo, desahuciaron a los hermanos, pero tiempo después, la pesadilla continuaba. Cerraron la vivienda con una puerta antiokupa con toda la basura en su interior, lo que provocaba que las cucarachas se colasen en las casas de los vecinos.
Desahucian a dos vecinos con síndrome de Diógenes y cierran la vivienda con toda la suciedad en su interior, en Valdemoro
Ni una, ni dos, ni tres. En solo un día, Shaila, una de las vecinas afectadas por esta problemática, llegaba a recoger hasta 40 cucarachas de su casa. Hoy por fin, su lucha ha dado fruto, ya que el IVIMA ha empezado a limpiar este piso que tantos quebraderos de cabeza les ha dados a sus vecinos.
Como la vivienda se encuentra tapiada por completo, las labores de limpieza han tenido lugar con linternas y velas. "Había muchas cucarachas muertas e incluso ha habido ruidillo de que parece que hay una rata por ahí", nos cuenta Shaila.
A día de hoy, las cucarachas siguen merodeando por la vivienda de Shaila, pero, llena de esperanza y con mucha felicidad después de todo lo vivido, espera que sean las últimas que vea a partir de ahora.
