Tradicional reparto de rosas bendecidas por Santa Rita en Chamberí

  • Según la tradición, estas flores se llevan a los enfermos
Foto: REDACCIÓN |Vídeo: Telemadrid

Como cada año, la Parroquia Santa Rita, de los padres Agustinos Recoletos, ubicada en el número 75 de la calle Gaztambide en el barrio de Chamberí, celebra la fiesta de la patrona con la tradicional bendición de rosas.

Ya desde el 13 hasta el 21 de mayo el templo ha acogido una novena con el lema 'Con Santa Rita, caminamos para ser parroquia', desde la carta pastoral del Cardenal-Arzobispo José Cobo Cano y desde la vida de Santa Angustia.

Esta mañana ya comenzaba a celebrarse la fiesta de la santa en las Eucaristías, además de la solemne. En todas las misas ha habido bendición de rosas, que se han podido adquirir en la entrada del templo.

Según cuenta la tradición, estas rosas se llevan a los enfermos, recordando el símbolo que lleva la santa por el milagro que se le atribuye: en pleno invierno, estando enferma, pidió una rosa y, una vez conseguida, mejoró su salud.

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LA VIDA DE SANTA RITA

Rita de Casia, nacida en Italia en 1380 o 1981, es un modelo de esposa, madre, viuda y religiosa. Después de casarse con Fernando Manzini y tener dos hijos, su esposo fue asesinado debido a las luchas políticas. A pesar de perdonar a los asesinos, descubrió que sus hijos planeaban venganza.

Rita oró a Dios para que prefiriera verlos muertos antes que convertirse en asesinos. Sus dos hijos enfermaron y murieron jóvenes, lo que llevó a Rita a convertirse en monja en el monasterio agustiniano de Santa María Magdalena de Casia. Allí sirvió a Dios y a la comunidad con dedicación y generosidad durante cuarenta años.

Santa Rita falleció el 22 de mayo de 1457, a la edad de 76 años. La gente se agolpó en el convento a presentar sus últimos respetos. Innumerables milagros tuvieron lugar a través de su intercesión, y la devoción hacia ella se extendió a lo largo y a lo ancho.

Nunca la enterraron. Su ataúd de madera fue reemplazado por uno de cristal y su cuerpo permanece incorrupto. Beatificada en 1628 por Urbano VIII, fue canonizada por León XIII en 1900.

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