'Seda, laca y enconchado': la huella artística del Galeón de Manila llega a Madrid
- La muestra podrá visitarse en la Gonzalo Eguiguren Gallery hasta el 14 de octubre
Del 30 de septiembre al 14 de octubre, la Gonzalo Eguiguren Gallery desembarca la exposición 'Las Artes del Galeón de Manila: Seda, laca y enconchado', un proyecto que promete situar a Madrid en el centro de un diálogo estético que abarca Asia, América y Europa, y que recorre más de tres siglos de historia a través de más de cincuenta piezas maestras.
La muestra revive la legendaria ruta del Pacífico que, entre los siglos XVI y XIX, unió Manila con Acapulco a bordo del célebre Galeón. Esta autopista marítima no solo transportaba mercancías, sino que facilitó un intercambio cultural sin precedentes, circulando objetos de lujo, símbolos de poder y refinadas técnicas artesanales que ahora, por primera vez en mucho tiempo, vuelven a encontrarse bajo un mismo techo.
El recorrido expositivo se inicia con un encuentro con lo exótico: piezas asiáticas de tradición Namban, caracterizadas por el uso exquisito de nácar y carey, que fascinaron a los primeros europeos que llegaron a Japón.
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A partir de este punto de partida, la exposición guía al visitante para descubrir cómo aquellas formas y técnicas orientales fueron absorbidas y reinterpretadas al otro lado del océano, en los virreinatos americanos.
Allí florecieron manifestaciones artísticas únicas, como los brillantes enconchados novohispanos, es decir, pinturas con incrustaciones de nácar, las lacas de Michoacán (México) y Pasto (Colombia), y los muebles ceremoniales que integraban iconografías católicas con decoraciones de clara raigambre oriental.
Entre las joyas de la exposición destacan dos obras capitales: la 'Santa Bárbara' de Bartolomé de Arenas, una pintura devocional donde lo sagrado convive con ornamentos de aire asiático, y la delicada 'Virgen con el Niño', atribuida a Giovanni Nicolao, testimonio del camino inverso: la llegada de modelos y grabados occidentales a Asia, reinterpretados en talleres de Macao con una sensibilidad local única.
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La exposición también dedica un espacio esencial a la moda, recordando cómo la influencia asiática se filtró en la vida cotidiana de las élites criollas y europeas. Los legendarios mantones de Manila, bordados con maestría en los talleres de Cantón, cruzaron el océano como objetos de distinción y símbolo de estatus, encapsulando en sus hilos la compleja y fascinante red de conexiones que tejió el Galeón de Manila.
