Los residentes del camping La Fresneda de Soto del Real deben abandonar las instalaciones
- El gobierno local asegura que se han agotado todas las vías
Foto: Madrid Directo
Los residentes del camping La Fresneda de Soto del Real, ubicado en la Dehesa Boyal, han vuelto a pedir una alternativa al desalojo administrativo notificado recientemente por el Ayuntamiento, que les obliga a dejar las instalaciones antes de marzo de 2024.
"El camping está cerrado desde marzo. Se acabó la concesión de los últimos 15 años y, antes de su finalización, el camping quedó cerrado. Se intentó volver a sacar una nueva licitación para que entrase un nuevo gestor y eso en principio no se puede ir produciendo", nos explica Ricardo, usuario del camping.
Los afectados han pedido al gobierno local una solución que no implique abandonar sus hogares. "Nos avisaron con prácticamente un mes para desalojar esto y sin recursos de poderte ir a algún sitio".
Vanesa adquirió su mobil home hace 4 años y todavía le quedan 6 para terminar de pagar. "Lo que empezó siendo mi casa vacacional ha terminado siendo mi casa, mi único techo, mi taller de trabajo. Además, he de decir que tengo un expediente de alta vulnerabilidad al cual nadie le ha hecho caso. De aquí no me voy, no porque no quiera, sino porque no tengo dónde ir".
200 residentes de un camping en Soto del Real, en el aire por el fin de la concesión
Jesús se mudó al camping después de su divorcio para estar más cerca de su hijo. Ahora su sueño se ha vuelto una pesadilla. "Mi caso fue que tengo la custodia compartida de mi hijo, que vivíamos en Manzanares el Real, y mi única solución para que mi crío pudiera seguir aquí, seguir yendo al instituto tranquilamente y no tenerle que trasladar todos los días de Madrid fue buscar algo aquí".
Desde el gobierno local aseguran que no hay más margen de maniobra para frenar el desalojo administrativo. "Hemos tratado de buscar soluciones, tanto con los campistas como con la Comunidad de Madrid, para poder licitar un nuevo contrato en el camping y facilitar esa salida progresiva de los campistas que vivían allí", nos cuentan.
"Esto no ha sido posible porque una de las exigencias para poder licitar de nuevo es que el camping se encuentre vacío o, al menos, todas las instalaciones que haya pertenezcan al Ayuntamiento", añaden.
