Del taller a la ciudad: el viaje de las 7.000 figuras que dan vida a la Navidad en Madrid

Mientras la ciudad se viste de luces, en el corazón de la Asociación de Belenistas de Madrid late el verdadero espíritu navideño. Entre fraguas, serrín y meticulosos embalajes, este taller artesano da vida al 100% de los belenes de la Comunidad de Madrid, un monumental trabajo que abarca desde la creación de portales hasta la restauración, almacenaje y empaquetado de hasta 7.000 figuras cada año.

"Estás en la sede de la Asociación de Belenistas de Madrid. Aquí es donde empezó todo nuestro trabajo. Podemos tener unas 600 figuras, pero nuestros fondos artísticos, que están en otra nave, podemos hablar de 7.000 figuras", declara Fernando, uno de los responsables.

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, el taller es un hervidero de actividad. "Estamos preparando las figuras que salen a los belenes que montamos. Primero, las protegemos con papel, después con papel de burbujas para ya meterlos en las cajas y que vayan protegidas hasta el montaje que les corresponda", nos muestra Sagrario.

La cuenta atrás ha comenzado. "Abajo tenemos los talleres y algunos compañeros que están dando los últimos toques porque ya estamos a dos semanas de empezar a montar belenes por todo Madrid", afirma Fernando.

Nada más bajar las escaleras, una fragua en funcionamiento, carretillas con maderas y herramientas de oficios antiguos recrean el ambiente. "No le falta ningún tipo de detalle. Luego la carretilla con las maderas, el afilador... Nosotros siempre empezamos a trabajar normalmente a finales de marzo para el belén de este año", explican.

Luis, uno de los encargados de crear los escenarios, ultima los detalles: "Estamos terminando de poner las puertas. Esta casa ya está vestida, está terminada. Las puertas son los últimos detallitos ya para dar un poquito de vida a la construcción".

El proceso creativo, nos cuenta, comienza con documentación: "Partimos de una serie de fotos, de dibujos y, a partir de ahí, luego ya cada uno de los autores la interpreta. El segundo elemento fundamental para los belenistas es el corcho y el musgo, para dar realmente una naturaleza más o menos agreste".

Sagrario se encarga de llenar de vida estos escenarios. "Después de tener una excelente escenografía, unas construcciones preciosas y unas figuras, tenemos que hacer los complementos, el atrezo para que realmente nuestras casas, nuestras construcciones y escenografías cobren vida. Tenemos un mercado con telas, tenemos alfarería, tenemos latón".

En otro rincón del taller, Ernesto da los últimos retoques a unas embarcaciones: "Estoy haciendo unas embarcaciones y ahora, en concreto, estamos preparando los timones y el soporte, entonces vamos a hacerle un orificio para sujetarlo bien a la barca".

Un trabajo que va más allá de la artesanía. Como concluye Fernando con orgullo: "Esto es un arte. Ten en cuenta que nosotros somos Patrimonio Cultural Inmaterial de España". Mientras, en sus manos, la Navidad madrileña cobra forma, figura a figura, musgo a musgo, preparándose para iluminar el corazón de la ciudad.