Crisis de aceite de oliva: podría bajar la producción de la aceituna hasta un 70%

La sequía está provocando que muchos agricultores den casi por perdida la próxima cosecha de aceitunas. Algo que podría repercutir todavía más en el precio del aceite de oliva, el cual ya es un 18% más caro que el año pasado.

Desde la Aceitera de Arganda, en Arganda del Rey, Francisco asegura que cuando la almazara se ponga a funcionar a finales de noviembre vendrá una aceituna “nada buena”.

“Esta rama debería tener 7 u 8 aceitunas y tiene una seca. Esto se debe a los calores tan fuertes del mes de mayo que quemó toda la floración, y como lleva sin llover desde entonces, el árbol no tiene fuerza para mantener el fruto, lo que hace es tirar la fruta al suelo”, comenta.

La sequía, el aumento de las temperaturas y el coste de producción forman la tormenta perfecta para poner en jaque a los agricultores: “Este año podría bajar la producción entre un 60 o 70%. Ha subido todo: electricidad, cartones, garrafas, tapones…”.

Después de que en 2021 se recogiera una buena cosecha, este año están muy preocupados: “Llevo cerca de 30 años trabajando en el campo y no recuerdo una campaña como la que va a venir ahora”.

¿Queda margen para recuperar el volumen?

“Si lloviese un poco podría rehacerse el 30 o 40% de la producción de aceituna”, informa.

Con la inflación actual, el aceite de oliva ya se ha encarecido un 18% más respecto al pasado año. Es decir, si en agosto de 2021 pagábamos 4,50 euros el litro, este verano estamos pagando 5,30. 80 céntimos más que se notan en el bolsillo.

Además, al hacer la cesta de la compra, también vamos a notar que sube el precio de la leche (+23%), los huevos (+22%), la pasta (+26%) y, debido a la sequía o la guerra en Ucrania, la harina (+32%). La pagaremos un tercio más en comparativa con el año pasado.