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(Actualizado

En España se registran alrededor de 25.000 denuncias al año por desaparición. En estos momentos se mantienen unas 5.400 activas, de las que el 60% corresponde a menores de edad. El 99% de fugas de menores duran menos de una semana, y en números globales, alrededor del 97% de los casos se resuelve favorablemente.

Son datos que maneja el observatorio de personas desaparecidas, pero que, expuestos fríamente, no reflejan el drama de miles de familias: “Contado de otra manera, esos datos significan que hoy van a desapareces 2,5 personas que no vamos a encontrar nunca”, explicar en Madrid Directo, Joaquín Amills, cofundador y presidente de Sosdesaparecidos.

“Este año aumentarán las cifras de desapariciones porque durante los meses de confinamiento no ha habido, o si lo había, lo encontrábamos enseguida”, explica Amills.

Las desapariciones en cifras

  • La base de datos de Sosdesaparecidos registra 219.425 denuncias por desapariciones de personas, desde 2010 ( incluidos algunos casos anteriores sin resolver) y el 31 de diciembre de 2020.

  • La Policía establece que el 76% de las desapariciones son voluntarias, mientras que el 21% son involuntarias y menos del 3% son forzadas o de alto riesgo.

  • En 2020 se resolvieron con éxito el 92% de los casos de desaparición, el 67% en los primeros 14 días.

  • Las desapariciones afectan especialmente a los menores. El 60% de los casos en España corresponden a casos en ese rango de edad. Cada dos minutos se informa de la desaparición de un niño en Europa.
REDACCIÓN

Al igual que en otras ocasiones, Amills es el portavoz de la familia de Pablo Sierra, el joven de 21 años desaparecido en Badajoz: “Cuando tienes un desaparecido lo que buscas es la verdad, que es la que te va a llevar al cómo, cuándo y dónde. Sin la verdad se tambalea la justicia y la libertad”, asegura.

“Es como si la tierra se hubiera tragado a la persona que amas. Por eso es necesario el apoyo a la familia, pero no en el victimismo, sino luchando para mantener la memoria de la persona que falta”, continúa diciendo.

Sobre el caso concreto de Pablo, Amills coincide en asegurar que se no se trata de una desaparición voluntaria, “aunque no podemos caer en el error de irnos al otro extremo, el del desenlace fatal”, afirma. “Entre ellas hay mil hipótesis posibles. Ahora mismo exige prudencia y la difusión del caso porque es importantísima la colaboración ciudadana”.