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(Actualizado

La poeta vasca Miren Agur Meabe acaba de ganar el Premio Nacional de Poesía por ‘Nola gorde errautsa kolkoan’, que se publicará en castellano con el título ‘Cómo guardar ceniza en el pecho’, una obra sobre la resiliencia como herramienta definitiva para gestionar nuestros duelos.

La noticia sorprendió a la autora en los quehaceres diarios: “Estaba en casa, había puesto la sartén en el fuego y recibí la llamada del ministro”, nos cuenta entre risas, reivindicando la cotidianidad: “Me gusta mencionarlo porque en mi poesía siempre ha habido un intento por conciliar las tareas domésticas con la literatura”, asegura la poeta en Madrid Directo.

Miren ha ocupado gran parte del verano peleándose con la traducción del euskera, para presentar su obra al Premio y “para verterlo al castellano de la manera más rica y sugerente posible”.

“Ha sido un proceso penoso, pero enriquecedor para la obra y para mí”, continúa diciendo. “Como soy la creadora, me he permitido todas las licencias posibles, ciertos manejos para el goce estético y para que sugieran las preguntas necesarias al lector”, cuenta Miren, que ve en este proceso una nueva dinámica creativa para futuros trabajos.

"Cada libro mío es un paso en una cadena del proceso vital y literario"

‘El código de la piel’, ‘Espuma en las manos’, ‘Un ojo de cristal’, ‘Quema de huesos’ y ahora ‘Cómo guardar ceniza en el pecho’… Las obras de miren construyen un discurso colectivo: “Todos los títulos de mis obras están entrelazados entre sí; cada libro es un paso en una cadena del proceso vital y literario”, explica la autora.

Un discurso que cuenta con la presencia constante de elementos fisiológicos: “Me ha interesado mucho escribir inscribiéndome en la expresión del cuerpo como instrumento de conocimiento y reivindicación femenina”, aclara.

"Mujer, poeta y euskaldún, rasgos que nos han mantenido en la periferia históricamente"

Miren destaca que el Premio Nacional de Poesía haya recaído en “una mujer, poeta y euskaldún, rasgos que nos han mantenido en la periferia históricamente”, asegura.

“Esto es algo singular que nos puede ayudar a visibilizar la calidad del trabajo que se hace en Euskadi, con una variedad de estilos y voces muy destacable”, asegura.

Para la autora, escribir en euskera “es un acto de compromiso con mi sociedad y con mi tiempo, porque trabajo para avivar el aliento de una de las lenguas más antiguas del mundo”.

“La poesía es un vehículo de comunicación y de catarsis, un bien cultural en convivencia con otras lenguas”, afirma.

‘Cómo guardar ceniza en el pecho’ sale a la venta a mediados de octubre, editada por Bartleby.