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(Actualizado

Darío Villanueva nos presenta ‘Morderse la lengua’ (Espasa) un libro de “denuncia argumentada y respetuosa” sobre dos de los problemas que, a juicio del autor, afectan a la sociedad actual: la corrección política y la posverdad.

La corrección política “es una forma perversa de censura que, en países como España con una democracia plena, cada vez está ocupando más espacio”, asegura el autor. “Es una censura que proviene de la sociedad civil porque a un grupo, una tendencia o un individuo le parece mal determinado argumento y nos obliga a mordernos la lengua”, continúa diciendo.

El exdirector de la Real Academia Española, Darío Villanueva, denuncia la corrección política y la posverdad en su libro ' Morderse la lengua'

“Es triste porque estos dos problemas han tenido su origen en los campus universitarios de Estados Unidos, y desde allí se ha extendido como una pandemia al resto de la sociedad en todos sus ámbitos”, argumenta.

"La lengua no es culpable de las situaciones sociales injustas"

Darío Villanueva asegura que no podría haber escrito este libro con total libertad siendo director de la Real Academia Española: “La libertad de expresión es la base de la democracia, que cada uno exprese su opinión sobre lo que ocurre de forma argumentada”.

El autor considera que la libertad de expresión está condicionada en estos momentos por esa 'neocensura', como en el caso de la “feminización lingüística que practican algunas personas”.

El feminismo es la revolución más importante a la que estamos asistiendo y conduce a la mejora de la condición humana, sin ninguna duda. Pero de ahí a que se quiera destruir la esencia de los idiomas atribuyéndoles el origen del machismo, hay una gran diferencia... La lengua no es culpable de las situaciones sociales injustas”, dice Villanueva.

“Los medios serios han sido sustituidos por una laguna pantanosa que son las redes sociales"

Por otro lado, Villanueva considera que asistimos a un “descrédito de los medios solidos de información y creación de opinión pública”, que han sido “sustituidos por una laguna pantanosa que son las redes sociales, donde los bulos y las patrañas circulan de manera intensísima sin que nadie se responsabilice de nada”.