Jesús Colleja se ha preparado durante mucho tiempo para un desafío extremo, quizá el más complejo de todos los que ha enfrentado. En esta ocasión, Colleja quiere darse de baja de una compañía de telefonía porque considera que es más fácil que comer escorpiones vivos. Pero va a darse de bruces con un par de agentes duros de pelar.