Entre risas, figuras colocadas con precisión y una anécdota tras otra, María Jesús abre las puertas a su mundo: el de los belenes artesanales, una tradición que ha marcado su vida desde la juventud.
Aunque en su casa siempre se montó el Belén, fue a los 18 años cuando descubrió la verdadera pasión que la ha acompañado desde entonces.
Desde entonces, ha montado decenas de belenes, no solo personales, sino también en espacios emblemáticos como El Corte Inglés o la Plaza Mayor, siempre con su toque particular.
Explica que el secreto está en el cariño, la dedicación y la historia que se quiere contar. Algunos de sus belenes son más clásicos; otros, completamente distintos. Pero todos llevan su sello: el de alguien que, como dice entre sonrisas, quizá estaba predestinada a montar nacimientos.
