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En La tarde de Telemadrid, el peluquero Sergio revela lo que muchos ya sospechan: la peluquería se ha convertido en un lugar para desahogarse.

“Hay quien entra y ni pregunta por el pelo, empieza directamente a contar su vida”, dice entre risas. Asegura que más de una vez se siente más psicólogo que estilista.

Aunque soñaba con ser cirujano plástico, acabó entre tijeras y tintes: “Me mareo con la sangre, así que esto es lo más parecido”. Y lo lleva con humor… y mucha escucha. Porque sí: a veces, un cambio de look también arregla el ánimo.