Vídeo: Telemadrid | Foto:Telemadrid
(Actualizado

Durante una charla cargada de emoción y admiración, Jesús comenzó a pintar con los pies mientras explicaba su historia.

Nació con focomelia, una condición que implica la ausencia de extremidades superiores, debido a que durante los primeros meses de gestación sus brazos no llegaron a desarrollarse.

Desde niño, Jesús aprendió a realizar con los pies lo que la mayoría hace con las manos: peinarse, vestirse y afrontar la cotidianidad.

“No tengo mis brazos, pero con lo que tengo intento ser feliz”, aseguró.

Hoy, con madurez y experiencia, Jesús reivindica que la diferencia es parte esencial del ser humano. Para él, cada día es “el regalo más extraordinario” y su historia es un ejemplo de superación, talento y una mirada luminosa hacia la vida.