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El doctor José Palacios, jefe de Anatomía Patológica del Ramón y Cajal, realizó la primera autopsia al cuerpo de una persona que había fallecido por covid-19. Ocurría el 19 de abril y los médicos desconocían casi por completo la enfermedad.

Las autopsias muestran dos daños principales en los fallecidos por covid-19. Por un lado, las "alteraciones pulmonares muy importantes, que han evolucionado de una neumonía a una fase de fibrosis", afirma el doctor.

Y por otro, los daños en el sistema circulatorio a raíz de "una hiperreacción inflamatoria del cuerpo, que condiciona su evolución".

El trabajo del doctor Palacios y de todos los médicos que trabajan en su ámbito, ha permitido revelar los efectos del nuevo coronavirus: "El estudio de la evolución de las lesiones es muy importante para abordar el tratamiento en el paciente vivo", afirma el doctor Palacios.

Una de las dudas qué han surgido sobre la transmisión del coronavirus es si las personas fallecidas pueden transmitir la enfermedad.

"No hay estudios sistemáticos de hasta cuándo un cadáver es infeccioso", dice Palacios, "pero solemos hacer las autopsias en las 24 horas siguientes al fallecimiento y es razonable que todavía pueda haber riesgo de contagio"

Además, las medidas de seguridad e higiene en las salas de autopsia son extremas "por el riesgo de aerosoles".

El doctor Palacios ha pasado la enfermedad aunque, afortunadamente, con síntomas leves.