La ignorancia es atrevida. Muchos se lanzan a la piscina sin tener ni idea de sobre los temas que están tratando.
El mundo laboral es el ámbito donde más se reproducen estas actitudes de soberbia. Los “listillos” creen saber de todo, sin saber realmente que se están metiendo un laberinto sin salida. Estas personas se suelen sobrevalorar y creen que siempre tienen la razón.
Las redes sociales han agrandado este problema. Todo el mundo se cree capacitado para opinar sobre temas complejos. Como dice nuestro compañero Toni Rigo, en pocos meses hemos pasado de ser virólogos a vulcanólogos, y próximamente, expertos en conflictos internacionales.