El equipo que busca a Miguel de Cervantes en la iglesia de las Trinitarias de Madrid, donde se cree que fue enterrado, considera que el hallazgo de sus iniciales en uno de los féretros es una noticia "impresionante", pero pide cautela porque los trabajos de identificación "acaban de empezar", avanzan "despacio" y aún no se sabe adónde llevan.
Así se ha expresado hoy la arqueóloga Almudena García Rubio, una de las responsables del proyecto, a las puertas de la iglesia de las Trinitarias, en cuyo interior una veintena de técnicos sigue trabajando tanto en la extracción de restos óseos de los nichos y sepulturas de la cripta como en el análisis del material del recoveco donde se encontró la tabla con las iniciales M.C.
Fue el sábado, a las pocas horas de que comenzase la fase forense y osteológica de la investigación, cuando los técnicos encontraron las iniciales en el nicho de la cripta eclesiástica identificado con el número uno, pero en su interior hallaron también restos de una decena de personas -entre ellas niños- que ahora deben analizarse.
"No hay más, no hay una verificación ni una confirmación absolutamente de nada", ha insistido hoy ante los periodistas el director de esta fase, el forense Francisco Etxeberria, quien asegura que no puede precisar cuánto tiempo será necesario para saber si entre los restos hallados -muy deteriorados- se encuentran los del padre del Quijote, fallecido en 1616.