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(Actualizado

El Rey ha elogiado a Eduardo Mendoza como "maestro en el manejo del idioma" y "verdadero 'biógrafo'" de Barcelona, una ciudad que ha propiciado "un extraordinario ecosistema cultural" y donde, como en su obra, la convivencia entre castellano y catalán "es algo natural".

Don Felipe y doña Letizia han presidido la ceremonia de entrega del Premio Cervantes en el habitual escenario del Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, un acto al que este año no ha asistido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero sí la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y la jefa del Ejecutivo regional madrileño, Cristina Cifuentes.

En su discurso, el Monarca ha ensalzado a Mendoza como un "verdadero artesano del lenguaje", que usa "como una herramienta de precisión" ajustada a los diferentes registros idiomáticos de sus personajes para acercar al lector a diversas realidades, "desde la de los diferentes grupos marginales a la de las clases altas, en diferentes épocas y en diferentes lugares".

Tras recordar que su primera novela, "La verdad sobre el caso Savolta", transformó por completo hace más de 40 años el panorama literario de España, ha subrayado que, desde entonces, lectores y críticos reciben con "expectación inusual" cada uno de sus nuevos títulos, que componen una obra marcada por el "mestizaje literario" entre novela histórica, novela negra, parodia, picaresca y crónica periodística.

Felipe VI ha destacado asimismo cómo en su obra "conviven el castellano y el catalán", una convivencia que "es algo natural en su ciudad, Barcelona", según ha subrayado, antes de alabar la importancia del "ecosistema cultural barcelonés" y recalcar que esta ciudad es "una de las grandes capitales mundiales del libro".

MENDOZA REIVINDICA EL HUMOR DE LA LITERATURA

Mendoza (Barcelona, 1943), que a su llegada, acompañado por sus hijos y su primera mujer, se ha declarado muy contento y honrado por el galardón, dotado con 125.000 euros, ha recogido su premio ataviado con el tradicional chaqué, una prenda con la que se encontraba tan a gusto que, a partir de ahora, "llevará siempre", ha bromeado.

La entrega del Cervantes, en la que Mendoza ha adelantado que pronunciaría un discurso "forzosamente quijotesco" aunque no "una lección cervantina", es uno de los actos centrales del Día del Libro, y, además de los Reyes, han asistido el portavoz del Gobierno y ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.

El Rey ha elogiado a Mendoza como "maestro en el manejo del idioma" y "verdadero 'biógrafo'" de Barcelona, una ciudad que ha propiciado "un extraordinario ecosistema cultural" y donde, como en su obra, la convivencia entre castellano y catalán "es algo natural".