Lo cierto es que la contaminación no sólo afecta al medio ambiente también influye de forma muy negativa en nuestra salud. Respirar aire contaminado incrementa el riesgo de sufrir cáncer, infertilidad y enfermedades autoinmunes, también otras dolencias como la ansiedad o depresión.
La contaminación aumenta el riesgo de padecer enfermedades respiratorias, también infecciones. Entre los que más la sufren las personas asmáticas o con problemas crónicos.
También los niños, al no tener el aparato respiratorio completamente formado y los mayores. Para ellos fundamental evitar las zonas con mayores niveles de polución, por ejemplo, zonas muy frecuentadas por vehículos.