Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
(Actualizado

San Benito instauró una regla en el siglo VI para que los monjes pudieran cumplir fielmente con sus deberes. Realizó un organigrama muy estructurado en el que repartía cada actividad a una hora determinada. La hora sexta correspondía al descanso y ese nombre derivó en lo que hoy conocemos como la siesta.