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Dice el dicho que “El dinero no da la felicidad”, y muchos piensan: “pero ayuda”. Así que siempre soñamos con tener un buen trabajo, una nómina y estabilidad. Pero… ¿Y los sueños? El trabajo ocupa gran parte de nuestro tiempo y apenas nos quedan horas en el día para el ocio u otras actividades.

En un país como España, en el que la tasa de paro supera 10% y en el que el salario medio no alcanza los 2.000 euros al mes, hablar de renunciar a parte del sueldo a cambio de más flexibilidad, ocio y otros beneficios puede sonar raro, pero lo cierto es que en las empresas cada vez se habla más del salario emocional.

El salario emocional son aquellos beneficios que no están relacionados directamente con el sueldo

Para conseguir un mejor rendimiento el sueldo no lo es todo. El salario emocional hace referencia a aquellos beneficios que no están relacionados directamente con el sueldo y que podrían mejorar la productividad y el rendimiento de los trabajadores. Y tú... ¿Estarías dispuesto a ponerlo en práctica?