Alejandro, hasta los 24 años, no fue capaz de identificarse como un hombre transexual. Luego llegarían la sesiones con los psiquiatras y psicólogos para que cercionasen su 'identidad' como marca la ley en España para poder iniciar un tratamiento hormonal, a pesar de que la transexualidad ya no se considera una enfermedad. Alejandro pasó por ello y su experiencia con el psiquiatra tuvo su miga a causa del fútbol.
"Mi psiquiatra estaba muy obsesionado con que a mi me gustase el fútbol", dice. "Sesión tras sesión me preguntaba si a mi me gustaba el fútbol". Una y otra vez, la misma pregunta y la misma respuesta: "a mi no me gusta el fútbol". Situación que no paró hasta que Alejandro respondió que "había jugado al fútbol, pero tambien había jugado en un equipo de baloncesto, había hecho ballet, había hecho gimnasia..-". Pero, el informe definitivo de mi psiquiatra no recoge nada de eso. "Cuando escribió mi informe lo único que pone es que a mi me gusta el fútbol".