Con nubes en el cielo, no hiela en el suelo. El refrán resume a la perfección el fenómeno meteorológico que analizamos, el 'efecto tapadera' de las nubes. El manto nuboso impide que el calor acumulado durante el día se disipe durante la noche.
Si el cielo está despejado, el proceso de enfriamiento ocurre de forma lenta pero constante. Po el contrario, cuando el cielo está tapado, parte de la radiación infrarroja emitida por la superficie es reflejada por las nubes hacia el suelo, evitando que la temperatura baje tanto.
Los agricultores conocen bien esta especie de ley meteorológica que dice que con cielo nublado es mucho menos probable que hiele, especialmente con nubes bajas, aunque intervienen otros factores como el viento.