Iceberg a la deriva

Se llama D28 y mide 150 km cuadrados, unas quince veces el tamaño de la ciudad de París. En 50 años no se había desprendido un bloque de hielo tan enorme como este de una de las plataformas heladas de la Antártida.

Ahora tendrá que ser monitorizado porque podría suponer un peligro en el futuro.