Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
(Actualizado

En el Palacio del Marqués del Llano vivió Francisco de Paula, el hermano de Fernando VII. La mujer de Francisco era nuestra prota Luisa Carlota. El ministro Calomarde, que tiene nombre de malo de película hizo que un agonizante Fernando VII firmara la Ley Sálica que impedía gobernar a mujeres.

El trono ya no lo heredaría su hija Isabel, sino Carlos María Isidro. La infanta Luisa Carlota se enteró, le salió humo de las orejas y se plantó en la corte y, ni corta ni perezosa, le dio un par de bofetones que le dejaron las orejas "patrás". El ministro se atusó el cabello, se recogió el orgullo y dijo: “Señora, manos blancas no ofenden”. Pues no ofenderán, pero le metió un viaje que le puso el pelo verde.

Gracias al arrojo de Luisa Carlota, Isabelita pudo reinar y estallaron las Guerras Carlistas. Pero esa, como sabéis, es otra historia