Si el pimiento tiene cuatro puntas o más en su parte inferior tendrá un sabor más dulce, lo que hace que sea ideal para comer en crudo, en ensalada, vinagreta... En cambio, si sólo tiene tres puntas su sabor suele ser más intenso y más amargo, perfecto para guisos y cremas. Además, el pimiento rojo y el pimiento verde son de la misma variedad pero con diferente madurez.