Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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La sonrisa les delataba. Había vuelto el hijo pródigo, una insignia rojiblanca. “La verdad es que he tenido momentos muy guapos”, dijo a su llegada. Momentos que pertenecen al pasado porque lo que viene siendo este año, más bien no.

La resaca de la Europa League dejó el primer título para el Atlético de Madrid. Se aventuraba un año plagado de éxitos, pero todo quedó en promesas incumplidas porque las lesiones se lo han impedido. De los 43 partidos de temporada, Costa solo ha jugado 21. El 46% desde su llegada, por no hablar de los goles, cuatro en todas las competiciones.

Aunque Simeone no pierde la confianza en él. “Estoy a muerte con él”, llegó a decir. Desea lo que muchos: “Ojalá que pueda tener una continuidad”, que no le ha acompañado durante su carrera.

El día que el Atlético se jugaba la Liga frente al Barça, Diego Costa se rompió. Tan solo habían pasado 14 minutos, pero por suerte acabaron celebrando el título nacional. En la final de la Liga de Campeones de Lisboa el delantero forzó y acabó de nuevo tendido...

El desenlace aquí fue bien distinto. Nadie duda de su coraje de su compromiso como rojiblanco, pero el historial de lesiones le persigue provocando que este año hablemos de uno de sus cursos más desastrosos.