Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
(Actualizado

A Daria Bilodid la vida le sonreía. A sus 21 años, presumía con orgullo de ser ya una celebridad del judo. Con tan solo 17 se convirtió en la judoca más joven en ganar un título mundial, en Bakú 2028 en la categoría de menos 48 kilos.

Una hazaña que repitió un año más tarde en Tokio, sentando un récord absoluto tanto en categoría femenina como masculina. Hasta que un día del pasado mes de febrero, su felicidad sufrió un duro golpe.

El madrileño Niko Shera: "Mi objetivo es ser campeón olímpico en París"

Apenas tardó unas horas en ver una luz al final del túnel. Una luz en forma de llamada telefónica del Centro de Alto rendimiento de Valencia, dirigido por el vitoriano Sugoi Iriarte.

En Valencia, Daria tiene todo lo que necesita para mantenerse como la estrella emergente del judo. Lejos de los horrores de un conflicto del que no puede escapar del todo.

Por delante, la incertidumbre del boicot que su federación ha impuesto a las competiciones internacionales, en las que se permite la participación de judocas rusos y bielorrusos. De momento Daria sueña con seguir compitiendo en este ciclo olímpico, e intentar mejorar la medalla de bronce que consiguió en los Juegos Olímpicos de Tokio.