Se acaban de cumplir 10 años de la desaparición de María Piedad, la joven vecina de Boadilla del Monte que desapareció después de salir de un restaurante en el que su empresa ofrecía la cena de Navidad con su expareja Javier Sánchez, el cual fue hallado tres días después ahorcado en San Lorenzo de El Escorial.
Diez años después hay muchas preguntas sin respuesta y tanto la familia de María Piedad como la letrada Iciar Iriondo que lleva el caso tienen la sensación de que no se hizo todo lo que podía hacer para dar con los restos de Piedad y aclarar lo que ocurrió. La madre de María Piedad, Toñi, se siente abandonada por la Justicia.
Tirar del hilo para encontrarla
De hecho, tras el tiempo transcurrido la joven desaparecida está a punto de ser declarada como fallecida. la joven era madre de un bebé de 21 meses y de un niño de 11 años cuando desapareció y el suicidio de su expareja dejó sin pistas sobre su paradero.
Iciar Iriondo, abogada de la familia de María Piedad, señala a Telemadrid que hay mucha información por contrastar, que en todo este tiempo el cuerpo no ha aparecido “y debería tirarse del hilo para seguir la investigación”.
La Guardia Civil dice que no se puede seguir buscándola porque no hay indicios para ello y que si los hubiera se abriría el caso enseguida.
Por el contrario, la letrada dice que “sí que han pruebas, sí que hay indicios y apareció un nuevo testigo que estaba dispuesto a declarar de manera voluntaria y no se le llamó para tomarle declaración”.
