La tragedia sacude a Rosita, José y su nieto Eduardo: viven en una chabola tras incendiarse su casa, propiedad de Adif

La vida de Rosita, su marido José y su nieto Eduardo, de 9 años, cambió por completo el pasado 25 de septiembre, cuando la vivienda que ocupaban en San Fernando de Henares, propiedad de Adif, se incendió y quedó totalmente destruida. Desde entonces, viven en una chabola construida con uralita sobre los restos de un antiguo búnker de la Guerra Civil.

"Una chabola no es el mejor lugar para un niño de 9 años", lamenta Rosita, desesperada por la situación que atraviesan.

Sin casa y sin recursos, la familia ha tenido que improvisar un refugio precario mientras espera una solución. Pero lejos de recibir ayuda, aseguran que Adif ha decidido rescindir unilateralmente el contrato de alquiler, una medida que se hará efectiva la próxima semana.

Rosita considera que la decisión es injusta e inhumana, ya que los deja en la calle. Explica que, según su contrato, la reparación o el alquiler alternativo deberían estar cubiertos por el seguro de Adif, en calidad de propietario, pero eso no ha ocurrido.

La pareja afirma que se les obligó a asumir ese seguro sin ser plenamente conscientes de ello cuando firmaron el último contrato. Sin ingresos suficientes y con problemas de salud, no pudieron hacerlo.

Ahora, entre la desesperación y la incertidumbre, solo piden ayuda para ofrecer un techo digno a su nieto.