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(Actualizado

Una feria de 34 tardes ha de estar sustentada en un escalafón y una cabaña brava capaz de soportar más de un mes de toros. Y como es una obviedad que no es así, al menos con los de luces, ha de cerrarse la feria con carteles dignos del día de Acción de Gracias. Tardes de pavo relleno que invitan al exhausto aficionado a quedarse ese día descansando, disfrutando de sus hijos o acudiendo al bar de confianza a jugar la partida. Corridas de este tipo apuntan al desastre, porque ni vienen en buen momento de forma ni tienen delante espadas que inviten a ir a la plaza.

El encierro de Las Ramblas fue grande, serio y carente de cualquier mínimo que se le debe exigir a un toro bravo. Se salvó el segundo, de nombre Sillero, que no fue nada del otro mundo, pero se movió con alegría. Su picante mansedumbre permitió a Juan del Álamo esbozar algún muletazo estimable. Pese a ello, la faena transcurrió entre el silencio y las endebles palmas de los paisanos. No rompió la faena y tampoco se enfadó el torero, que no pasó de aseado. Es curioso como un matador tan > y con una salida a hombros sigue de capa caída en Madrid.

Lo más emocionante, porque poco se puede destacar, lo puso Tomás Campos, torero joven y de clásico concepto. Con un lote complicado sacó sus armas. Valor a espuertas para aguantar las tarascadas y prolongar el limitado viaje de un animal que solo quería abrirle los muslos al de Llerena. Fue cogido en dos ocasiones, pero la suerte se impuso y no pasó a mayores. La espada es el mayor problema de este torero, que tiene sin duda condiciones para llegar más arriba.

Un torero nunca debe dar pena, pero esa fue la sensación que quedó ayer en Las Ventas con Morenito de Aranda. Pena por él, que no pudo ni justificarse con un lote imposible. Es un torero del gusto de Madrid y sabe torear, pero ayer se debió ir al hotel con un cabreo descomunal. Tanto sacrificio y entrenamiento para esto, qué pena. Pero bueno, así es el toreo. Volverá el 14 de junio con la corrida de Fuente Ymbro.

Tarde para olvidar y pensar ya en lo que viene. Esta tarde, toros de Garcigrande y Domingo Hernández para Sebastián Castella, Álvaro Lorenzo y Ginés Marín.

Julio Martínez.