La impresión 3D revoluciona el diseño y la creación de joyas artesanales

La firma de joyería Ciclón, dirigida por los hermanos Carlos y María, lleva más de tres décadas consolidándose en el mercado gracias a un modelo que combina tradición artesanal con innovación tecnológica.

El proceso de producción de cada pieza es complejo y prolongado: puede tardar entre un mes y mes y medio, dependiendo de la dificultad. Se compone de unos 40 pasos que van desde la concepción creativa hasta el acabado final.

María, directora creativa, inicia el trabajo con bocetos inspirados en símbolos y recuerdos, que posteriormente son traducidos al modelado en 3D. Este paso, antes realizado manualmente en latón, se ha modernizado con impresoras de resina, lo que permite mayor precisión y rapidez en los prototipos. Aun así, la fase de producción mantiene un fuerte componente artesanal en la fundición, pulido y acabado.

Por su parte, Carlos, CEO de la compañía, se encarga de supervisar los aspectos técnicos y de viabilidad económica.

Uno de los rasgos más reconocibles de Ciclón es el volumen característico de sus piezas, un elemento que se ha convertido en seña de identidad y que facilita la identificación inmediata de la marca en el mercado.