Con la llegada del calor se duerme peor y buena parte de la noche la pasas dando vueltas en la cama. Sin embargo, hemos descubierto que la cena tiene mucho que ver con nuestro descanso, ya que hay alimentos que ayudan a conciliar el sueño mucho mejor.
Los frutos secos como las nueces, avellanas o almendras son un buen aliado para conciliar el sueño. Las legumbres, como la soja o los garbanzos también pueden ayudar a dormir relajadamente. Eso si, es importante tomarlas, al menos, tres horas antes de irte a la cama.
Ahora con el calor mucha gente decide cenar fruta, pero ¿cuál nos ayuda a descansar? La piña y las cerezas son la mejor elección para una plácida noche, al igual que el resto de frutas rojas como las fresas, las frambuesas, las grosellas, etc.